El otro día, viendo una película romántica, de las que me gustan, me empecé a poner caliente con una escena de sexo en la que la protagonista, que estaba enamorada de un chico y una chica, se acostaba con ambos.
Se lo comenté a mi chico, y tanto le gustó mi excitación que me sugirió probar a meternos en una red social de gente que busca sexo. Así hicimos, nos registramos, subimos un par de fotos nuestras, y al poco tiempo empezaron a llegarnos comentarios y conversaciones de un montón de gente.
Al principio estaba un poco descolocada, ya que esta era la primera vez que yo hablaba con alguien por un chat. Mientras mi chico trabajaba, me empezaron a hablar mucha gente, especialmente hombres. La mayoría de ellos no tenían ni gracia para dar las buenas tardes.
Iba por la calle y me sonaba el móvil sin parar, tenía muchas notificaciones. Se lo comenté a mi chico y me dijo que lo sabía, ya que a él también le estaban llegando, puesto que los dos podíamos acceder a las mismas conversaciones a la vez.
Así que aproveché la ocasión. Un chico me habló, vi que era mono, y le contesté, muerta de la verguenza y nerviosa porque nunca había hablado con un tío, que no fuera mi chico, de sexo. Me preguntó qué buscaba y le dije, un trío con otro hombre.
Le pregunté qué buscaban él y su pareja, y tuvimos una conversación. Cuanto más me decía, más picante volvía yo la conversación. Realmente no me importaba lo que me estaba contando, lo que me estaba excitando era el hecho de saber que mi chico estaba leyendo silencioso la conversación. Creo que en ese instante no me podía creer lo que estaba haciendo.
Comentarios
Publicar un comentario