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Mostrando entradas de enero, 2018

Ducha

Son las 22:00 de la noche, acabo de llegar a casa. Estoy agotada, ha sido un día duro, tras pocas horas de sueño y muchas de trabajo.Conforme voy avanzando por el pasillo, voy quitándome piezas de ropa, dejándolas por el suelo..chaqueta, zapatos, vestido, braguitas,... Paso desnuda por la cocina, me preparo una copa, y me la llevo al baño. Tras un sorbo la dejo sobre el lavabo. Me suelto el pelo y me meto en la ducha. Abro el grifo, y dejo que el agua se ponga muy caliente. Me enjabono y pulso el botón, hoy necesito que el agua caiga sobre mí desde el techo. Siento el agua correr sobre mí, cierro los ojos, no veo, no oigo, solo siento calor y relajación. De repente, una mano me toca la espalda, abro los ojos y me giro, eres tú, está aquí, no lo he escuchado llegar. Estando detrás de mi, me acaricia la espalda, me besa el cuello. Siento cómo crece el calor en mí mientras me toca por todo mi cuerpo, voy enloqueciendo, me encanta sentir sus manos sobre mi suave piel. Lo miro,

Teoría de los 6 grados

Según lo que he estado leyendo, existe la teoría de los seis grados de separación, la cual postula que cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, entre los cuales sólo existen seis enlaces. Dicha teoría afirma que cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo o escuela, a unas 100 personas. Si cada uno de esos amigos o conocidos directos se relaciona con otras 100 personas, cualquier individuo puede pasar un recado a 10.000 personas más tan sólo pidiendo a un amigo que pase el mensaje a sus amigos. Esto es realmente interesante, y hace cuestionarme cosas, como por ejemplo: si me presentan a alguien, ¿resulta que tenemos a conocidos en común? ¿Lo podría haber conocido a través de esas seis personas? En ese caso, ¿Me he saltado la cadena o he creado un nuevo enlace? Dicen que hoy en día, esta teoría no se llega a cumplir del todo,

Éxtasis

Sentados en el sofá, comenzó a acercarse. Me puso la mano en el muslo y me entraron mariposas por todo el cuerpo. Me siento sobre él de frente, nos besamos apasionadamente. Le voy pasando la mano por la cabeza, la nuca, mientras le beso el cuello. Me va pasando su mano derecha por la espalda. Me quita el vestido y yo su ropa. Sentimos piel con piel. Me levanta entera, dice que me va a tumbar, con las piernas hacia arriba, le digo que no, quiero que se ponga detrás de mí, yo mando. Lo hace, me penetra tan fuerte que siento un calor inmenso, dejo de escuchar todo a mi alrededor. Le miro a los ojos y le cojo las manos, quiero sentirlas sobre mi pecho. Me besa la espalda y a su vez, me va dando cada vez más fuerte y rápido, el calor me va inundando, lo miro, no puedo más, me pierdo... Éxtasis
No, no la hay. En su interior hay fuego, pasión, vida, intuición, verdad. Mil historias por contar...