Sandra y Álex entraban a la casa entre risas y se callaron en seco al vernos a nosotros que nos habíamos recolocado la ropa. Sandra nos dijo: Vosotros habéis estado haciendo cosas!! A lo que nosotros respondimos negando con la cabeza intentando no reirnos..
Nos pusimos en pie, les saludamos y les ayudamos a entrar con las maletas y bolsas de comida. Javi se fue con Álex a encender el fuego para la barbacoa de por la noche, mientras que Sandra y yo nos fuimos a la cocina a colocar la compra e ir preparando los aperitivos. Nos servimos una copa del cava, que milagrosamente, seguía frío y empezamos a comentarnos nuestras cosas.
Un rato más tarde, ella muy cotilla, me insistía en que le contara qué habíamos estado haciendo antes de que llegaran, y como yo ya tenía el puntillo de alcohol, me quité la vergüenza y se lo relaté. Le empecé diciendo cómo había tentado a Javi con las fresas y la nata, y cómo acabamos haciendo un 69 para luego sentarme encima de él. Además, le dije que me había dado muchísimo morbo el hecho de que nos pudieran haber pillado en pleno apogeo sexual, eso nos encendió.
Para mi sorpresa, ella, en vez de reírse, se empezó a pasar la lengua por los labios mientras me miraba y pensaba qué decir. Yo, por el contrario, me fijé en esos labios pintados de rosa claro y esa punta de lengua que imaginé rozando mis zonas más íntimas. Nunca había tenido fantasías con una mujer, pero en ese momento la estaba teniendo y me estaba poniendo a mil!
Finalmente, me dijo que a ella también le parecía muy morboso el hecho de ver a una pareja follando, o que los vean a ellos. Se puso roja, le daba vergüenza contármelo, ya que nunca lo había hablado con nadie, pero le daba mucho morbo. Estuvimos hablando de esa fantasía, y le dije, que estaría bien que uno de esos días que estuviéramos en la casa rural, podríamos jugar a vernos...
Empezamos a reírnos, era una mezcla de nervios y vergüenza de sólo pensar en esa situación entre los cuatro. Al momento entraron los chicos, y nos preguntaron de qué nos estábamos riendo. No dijimos nada, los miramos y continuamos riendo como dos adolescentes.
Salimos los cuatros a la terraza donde ya se empezaba a oler a madera quemada. Al poco oscureció, así que en la mesa preparamos unos aperitivos para ir amenizando la entrada de la noche: cervezas, embutidos, patatas fritas, etc... y por supuesto, puse música, no podía faltar.
Me puse a bailar, yo sola, me dejaba llevar por el sonido de esa música latina tan sexual y envolvente. Todos me miraban, pensarían que estaba loca, pero Javi se acercó a mí, me rodeó por la cintura y me acompañaba en mi baile improvisado. Sin darme cuenta, iba rozando mi culito con su bragueta, cuando la noté abultada, me di media vuelta, lo miré de frente y lo besé empujándolo hasta el filo de la mesa para que se sentara en él. Comencé a besarlo con pasión, lo deseaba, y lo deseaba en ese momento.
Él a mí también, ya que me cogió de la mano, llevándome hacia el salón, pasando por delante de Sandra y Álex, quienes estaban sentados en uno de los bancos de piedra, y se estaban a calentar, ya que me fijé en que Sandra tenía su mano sobre la bragueta abultada de Álex.
Javi me quería llevar a la habitación, pero yo, ni quería, ni podía esperar más, así que lo frené y le dije que en el sofá. Él parecía reacio, pero lo convencí alegando con que nuestros amigos estaban en la terraza y no iban a entrar... Nos fuimos besando como si no hubiera un mañana. Cuando llegamos a sofá, nos quitamos apresuradamente la ropa. En cuestión de segundos, Javi estaba sentado y yo encima, con su dura polla dentro, mientras me movía de arriba a abajo a un ritmo cada vez más alto.
Le pasé las manos por la cabeza, y le comencé a acariciar su pelo. Sé que le gustaba porque respiraba hondo mientras echaba la cabeza para atrás. Lo escuché gemir un momento, lo que me aceleró aún más, y le cogí del pelo tirando hacia atrás. Gemió. Me puso cachondísima escuchar ese sonido tan masculino y gutural tan cerca de mi oído, así que comencé a moverme cada vez más rápido, y sin querer, iba levantando mi tono de voz y poco más, iba a explotar, y grité. Grité de placer echándo la cabeza hacia atrás.
Una vez que yo terminé, Javi me abrazó, acercando mi cuerpo desnudo al suyo, y dijo: Ups! Me descolocó que dijera eso, me separé un poco y vi que miraba hacia la puerta. Estaban Sandra y Álex un poco descolocados. Sandra se mordía los labios, por lo que supe enseguida que estaba muy excitada de habernos pillado. Javi, lejos de quedarse quieto y sentir verguenza, se movía dentro de mí, clavándose cada vez un poco más profundo.
Como en ese momento estaban todos tensos y nosotros con ganas de marcha, les dije que si querían vernos, les dejábamos sitio en el sofá... Sandra, sin pensárselo, dijo que sí, cogiendo a Álex de la mano y sentándolo al lado de Javi. Ella se sentó encima de su chico, aún con ropa ambos.
Tenía que romper el hielo de alguna manera, yo estaba desnuda, aún con mi chico dentro de mí, y con una pareja a escasos centímetros observándonos con deseo. Besé a Javi y continué moviendo mi cadera en círculos. Sandra y Álex se besaban y desnudaron. Nosotros también los mirábamos a ellos, lo que me estaba excitando de sobremanera.
Sandra se sentó sobre su chico, pero de espaldas a él, a mí me pareció buena idea, y me giré. Ambas estábamos en la misma posición, una junto a la otra. Las dos nos miramos mientras nos movíamos sobre nuestras pareja, nos mordíamos el labio de lo excitadas que estábamos, y sin quererlo, nos acercamos tanto que comenzamos a besarnos.
Nunca antes había estado con una chica, pero por instinto, comencé a rozarle los pezones con una de mis manos. Javi me cogió de la cintura, provocando que mis movimentos sobre él fueran más exagerados. Tenía su polla clavada hasta el fondo, cada vez más. Sé que estaba excitado de verme en primer plano con una chica.
Sandra me cogió de un pechos duro como roca, lo masajeó y comenzó a besarlo. Mientras, Javi me cogía del otro, rozándome con su pulgar mi pezón erizado.
Como la manta aún seguía en el suelo y la mesita apartada, me levanté, cogí a Sandra de la mano y nos colocamos frente a los chicos, que no nos perdían de vista. Ella se tumbó boca arriba, y yo me puse de rodillas entre sus piernas abiertas y flexionadas. Pasé mi mano de arriba abajo por su rajita, que estaba muy húmeda. Le metí un dedo, le gustó. Le metí un segundo dedo, gimió.
Pasé los dedos índice y corazón de mi mano derecha por su rajita, y le abrí los labios. Me acerqué y pasé mi lengua. Sandra se estremeció, corvando la espalda y gimiendo. Miré a los chicos, que estaban desnudos en el sofá, uno al lado de otro, con la mano en cada uno de sus miembros. Estábamos todos muy excitados.
Comencé a lamerle todo su coñito como si lo hiciera a menudo. Los dedos los seguía teniendo dentro de ella, y los fui metiendo y sacando, mientras mi lengua comenzaba a provocar fuego en el interior de Sandra. Javi, que no podía quedarse quieto mirando, se puso de rodillas tras de mí y me penetró a cuatro patas. Gemí, y ese sonido provocó una vibración en el clítoris de Sandra, y gimió ella también. En ese momento, Álex ya no aguantaba más, y se puso de rodillas sobre Sandra, metiéndole su polla dura en la boca y moviéndose de delante hacia atrás.
Unos minutos después, todos nos movíamos al mismo ritmo, que se iba incrementando por momentos. Yo estaba casi apunto y Javi me lo notaba. Empezó a penetrarme más fuerte y rápido, lo que provocaba que yo gimiese cada vez más fuerte, y por tanto Sandra también, provocando movimientos más exagerados en Álex.
No duramos mucho. Sandra y yo nos corrimos a la vez, gritando como locas, yo movía mi cadera sin control, y al momento, noté cómo Javi se esparcía dentro de mí abrazándose a mi espalda mientras veía cómo Álex esparcía su semen sobre el cuerpo de Sandra.
Nos quedamos en esa posición un par de minutos, creo que todos estábamos extasiados. Yo creo que nos costó movernos por una mezcla de nervios y vergüenza por lo que acababa de suceder. Javi rompió el hielo, se levantó como si nada y propuso reunirnos en la terraza para hacer la cena, después de una ducha. Cogió nuestra ropa y se dirigió hacia nuestra habitación, yo lo seguí, por lo que esta historia, continúa...😏
Cada vez más interesante... cuando la vergüenza se queda atrás .. las situaciones pueden ser aún más morbosas ..
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